jueves, 5 de julio de 2012

Autoestima

Ódiame si quieres, pero no cambiaré. Seguiré siendo como siempre, con mis defectos y virtudes, es lo que me hace ser quien soy. No voy a escuchar tus palabras, me dan igual. Hice caso a quien no debía. Jugué mal mis cartas en el pasado, no me volverá a pasar. Tengo clara mi meta, y no voy a fallar. Acertaré con mis decisiones y si son erróneas, sera cosa mía. Nadie me ayudó a asumir responsabilidades. Maduré a paso lento. Mis pensamientos son solo míos. 

martes, 26 de junio de 2012

Anónimo


La recuperación no significa curación. Más bien la recuperación es una actitud, una postura y una manera de abordar los desafíos del día a día. No es un viaje perfectamente lineal. Hay momentos de rápidos avances y recaídas decepcionantes. Hay momentos de simplemente vivir, sólo quedarse tranquila, descansar y reagruparse. El viaje de recuperación de cada persona es único. Cada persona debe encontrar lo que funciona para ella. Esto significa que tenemos que tener la oportunidad de intentar, fracasar y volver a intentarlo.

Guerra

Después de tanto tiempo he vuelto... Y es que después de todo, nunca había sentido tantas ganas de ponerme a escribir para poder expresar como me siento ahora mismo. En tan poco tiempo, todo ha sido como una especie de "BOOM!" que me ha paralizado, tan rápido se han ido personas de mi vida que jamás pensé que se irían, algunas para siempre, otras que siempre estarán ahí, aunque no de la manera que quiero.
Me siento imbécil porque me siento tan débil, frágil, como una estúpida muñeca de porcelana que con un pequeño golpe se desvanece en pequeños trocitos que cuestan ser reparados. Me siento con ganas de huír, quizás de todo, quizás de nada, porque nada es lo que tengo ahora mismo. Sólo yo y mis ganas, mis ganas de tirar todo a la basura, de buscar recuerdos para añorar, y encontrar tantos que no sé por donde empezar... ¿Cuántas cosas que destacar, verdad?
Y pobrecita de mí, ¿no?, que me han dado "golpes" desde la infancia, golpes que a  medida que se acumulaban han dado ganas a mí de golpear... Y con quién las he pagado, si las hubiera pagado con el orgullo todo habría sido más fácil. ¿Por qué no a mí y sí a otro que después de tanto tiempo ha logrado hacerme ver lo maravillosa y simple que puede ser la vida?
¿Por qué un cielo azul se puede volver tan bruscamente gris? Creo que al fin y al cabo la respuesta está en uno mismo. 
No depende de los demás, depende de ti

jueves, 29 de marzo de 2012

Paranoias varias



A veces me cuesta, pero siempre acabo reaccionando. Verlo todo claro es complicado, a veces hay demasiadas nubes en el cielo, pero cuando llega el momento adecuado... Ahí, justo ahí es cuando los rayos brillan más fuerte que cualquier otra cosa, iluminando mis ideas. 
Con el tiempo aprendí a no esperarme nada de nadie, ni tan siquiera a esperar. Me dí cuenta de que la felicidad es efímera y los momentos, tarde o temprano, nubes de polvo que esperan a ser levantadas por algún rumor despistado. Los únicos héroes que existen se llaman mamá y papá y la vida perfecta es una utopía, por eso todo el mundo sueña con ella. Nadie es capaz de luchar sólo por lo que realmente merece ser luchado y la verdad, tropezar con la misma piedra incontables veces es el más común de los aciertos ocultos.

jueves, 22 de marzo de 2012

Pensando tanto, diciendo nada




Hello? Hello? Can can you hear me?
I can be your china doll if you want to see me fall. Boy you're so dope... Your love is deadly. 
Tell me life is beautiful. They all think I have it all. I am nothing without you. All my dreams and all the lights mean nothing without you.

martes, 13 de marzo de 2012

En el fondo de todo

Tengo ojos y no tengo miedo. Para sanar hay que atreverse a afrontar las cosas, los sentimientos. Tenemos que sumirnos en la propia experiencia y entregarnos a la espontaneidad e integridad profunda; alentar nuestros auténticos deseos, intereses y necesidades, integrar nuestros aspectos rechazados, liberarnos del policía interior. La ansiedad es tener conciencia de un naufragio interior, nos damos cuenta de que la propia vida no funciona, que uno está fracasando en lo importante. La sociedad actual nos empuja a la ansiedad, a la neurosis. El ser humano es intrínsecamente bueno, pero la civilización acaba por enfermarlo. Básicamente, el dominio de la voluntad de poder sobre la voluntad de amor nos enferma. Una manera de combatir ese empuje social es trabajando sobre nuestra salud mental, es decir, haciendo terapia, meditación, trabajo corporal; incluso frecuentar mejores amigos y cultivar el amor. La meditación mejora la salud emocional porque nos ponemos en contacto con nuestras propias emociones, detenemos el furor de la mente y ganamos una gran paz interior. Contactar con las emociones consiste en no huir de las emociones desagradables, detenerse a contemplarlas y vivenciarlas. Porque no se puede arreglar una cosa sin mirarla, sin entrar en contacto con ella. Si no te muestras tus emociones, nunca las aceptarás y ése es el primer paso. Hay que hacerles espacio. Luego, las emociones se transforman en algo más natural. Cuando vemos lo que hacemos, nos distanciamos de ello, hasta nos podemos reír. Entonces, más relajados, podemos dejar de actuar como hasta el momento, reaccionando automáticamente. Para ser más auténtico, hay que conectar con las emociones. Para sanar una emoción que duele, es importante dejarla notar para captar cuál es su mensaje. Sólo entonces la emoción seguirá su curso normal: alcanzará su punto culminante y se extinguirá por sí sola.