jueves, 7 de abril de 2011

So what are you waiting for?


A veces no sé como debo sentirme hacia ciertas circunstancias. Tengo mis días pero bueno, hay que comprender, todos los tenemos.
No digo que tengamos que permanecer ahí, constantes, aunque hay quien dice que quien no te aguanta en tus peores momentos no te merece en los mejores, pero yo no lo creo así. ¿Quién nos creemos que somos para obligar directa o indirectamente a alguien a cargar con nuestras más pesadas desgracias? Dicen que la base de toda amistad es la confianza, pero... ¿Acaso la confianza se basa en que nos solucionen los problemas? Creo que cada problema pertenece a la vida de cada persona y todos cargamos al menos con uno, así que... ¿Para qué tener más? Deberíamos tomarnos las cosas con más calma, al fin y al cabo, ¿de qué nos vale? Demasiadas preguntas sin respuesta, pero no se puede negar que en el fondo somos animales. Actuamos por instinto puro y duro, no tenemos conciencia de lo que decimos o hacemos y mucho menos nos damos cuenta de las consecuencias hasta que tropezamos al menos ciento cincuenta veces con la misma piedra. Suelen llamarse errores, son así, una vez los cometas no hay vuelta atrás. Aunque siempre quedará eso de aprender de ellos... Para qué engañarnos, cometeremos miles de errores más y quizás cada cual peor que el anterior.


A.

1 comentario: