lunes, 4 de julio de 2011

goodnight and goodbye

Perpetuo sentimiento ya poco trascendente revolotea en mi estómago cual pequeña mariposa inquieta. Te repetiré otra vez la misma cuestión de siempre... ¿Vale la pena? ¿Realmente la vale? Dime conciencia, tú, tan sabia y tan tranquila, siempre aciertas.
Ojalá hubieras luchado hasta el final, ojalá hubieras dado el paso que lo habría cambiado todo. Hoy en día el cielo está teñido de gris, casi negro. A punto de ahogarme en las lágrimas que se desvanecen por mi no tan blanquecino rostro, manchado de tanto caerme e intentar levantarme.
Rasguños en mis manos, doloridas de pelear contra la crueldad de un mundo injusto, también cansadas de soportar el peso del orgullo ajeno. 
Mis piernas me dicen que corra, la mente me dice que me quede. 
Dime tú, solo tú, que debo hacer. Solo tú tienes la respuesta que todo lo arreglaría.

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